¿Qué es la memoria selectiva?
No es casualidad que a veces podamos recordar un suceso del pasado, pero que no podamos hacer lo mismo con otro acontecimiento. La memoria es selectiva porque podemos mantener en nuestra memoria ciertos hechos, mientras que olvidamos por completo otras anécdotas.
Entrenados para olvidar
El psicólogo Gerd Thomas Waldhauser de la Universidad de Lund en Suecia llevó una investigación en la que descubrieron con la ayuda del Electroencefalograma (EEG) el lugar exacto del cerebro donde borramos un recuerdo voluntariamente. Es una capacidad muy útil para personas con síntomas de depresión o de trastorno por estrés postraumático.
La investigación recogida en Telegraph demuestra que, cuánto más tiempo intentemos olvidar un recuerdo, más difícil será recuperarlo.
Si llevamos décadas ocultando de nuestra mente el dolor que sufrimos con la pérdida de un amigo, sería prácticamente imposible volver a recordar las palabras que oímos durante su funeral.
¿Por qué recordamos unos sucesos y no otros?
La disonancia cognitiva puede tener un papel importante en nuestros recuerdos selectivos. Según afirma Morning Star , esta disonancia que sucede cuando nos sentimos culpables por tener dos opiniones, actitudes o creencias contrarias, nos lleva a eliminar una de ellas.
Cuando nos sentimos culpables por haber realizado una acción contraria a nuestras creencias, como por ejemplo haber dejado una carrera, encontramos la manera de darle vueltas a la situación hasta hacernos creer que realmente era la decisión correcta, aunque en el fondo sepamos que desearíamos no haber tomado esa decisión. Al distorsionar el recuerdo, la memoria que tengamos de esa decisión será completamente diferente.
Recordamos lo que trabajamos
La memoria selectiva se practica y se trabaja de tal manera que, cuánto más ejercitemos una memoria específica, más habilidad tendremos para recuperar este tipo de recuerdos. Así, tal y como confirma Plusesmas, un escritor tendrá una memoria increíble para las definiciones de términos especializados mientras que un violinista tocará de memoria el Canon de Pachelbel y un economista recordará la situación de la Bolsa hace uno, dos y tres meses.