Cómo afecta la Navidad al paciente de Alzheimer y su familia
Cuando pensamos en la Navidad, es común tener en mente alegría, la cena de Nochevieja, regalos y sobre todo familia. El problema surge cuando una familia se ha visto afectada este año por la aparición del Alzheimer, una enfermedad que cambia la vida no sólo del paciente sino de sus familiares y que podría estar presente estas Navidades para recordar cómo era todo antes. O no. La Navidad para el paciente de Alzheimer y su familia puede ser igual de especial y feliz que siempre.
La Navidad para el paciente de Alzheimer y su familia
Los pequeños detalles de la época navideña son los más importantes. Envolver los regalos de los nietos, escribir en las tarjetas navideñas, enviar cartas o correos electrónicos para felicitar la Navidad y sobre todo reír sin parar son algunos de los gestos que una persona con Alzheimer agradecerá.
La Navidad para el paciente de Alzheimer y su familia no tiene por qué ser diferente al año anterior. Algunos cambios han sido inevitables, como por ejemplo el hecho de que las celebraciones de estas Navidades tengan que ser un poco más tranquilas que las anteriores.
La música o la televisión muy alta y la presencia de una multitud de extraños pueden ser un problema para la persona con Alzheimer, por lo que es importante que la familia incorpore la tranquilidad a una celebración donde lo único importante es el cariño de la gente.
Suele ser costumbre decorar toda la casa y sobre todo el salón durante estas fechas, pero es importante mantener el hogar lo más sencillo posible, dentro de los límites que marquen estas celebraciones navideñas.
Muchas luces brillantes, velas encendidas y un árbol excesivamente grande y muy decorado no son recomendables estas Navidad, pues el paciente de Alzheimer y su familia se beneficiarán de un ambiente más calmado. Sin embargo, este impedimento puede ser una ventaja pues nos motivará a planear una fiesta sencilla, y valorar lo que realmente importa.
Es importante que sean tranquilas las celebraciones durante estas Navidades, para que el paciente de Alzheimer y su familia puedan disfrutarlas al máximo. En vez de invitar a muchas personas a la vez, es preferible que en cada ocasión acuda un número reducido de personas y que las celebraciones se desarrollen en un lugar que el paciente conoce.
Son pequeños detalles que nos llevarán a tener unas fiestas sencillas, agradables e íntimas.