Cuidar a familiares con demencia
Desde hace décadas hay un amplio consenso en reconocer que cuidar a un familiar con demencia en su hogar supone una situación crónica de estrés. Muchos cuidadores padecen importantes problemas emocionales como depresión, ansiedad, ira, etc. También pueden sufrir problemas físicos que afectan a los músculos y huesos, a heridas que tardan en cicatrizar al estar su sistema inmunológico afectado, y su esperanza de vida puede verse reducida. Pero no todos los cuidadores presentan estas situación y, por tanto, debe de haber algunos factores que les protejan de padecerlas.
El sentido común y las investigaciones científicas llevadas a cabo con este colectivo nos llevan a aconsejar a los cuidadores que piensen que su situación puede implicar mucho tiempo, más del que al principio calculan. Por este motivo, los cuidadores afrontarán mejor su quehacer diario si buscan tiempo para su descanso y otras actividades, evitando dedicar 36 horas seguidas al cuidado del familiar; deben pedir ayuda y no hacer todo ellos solos; y deben afrontar las cosas que tienen solución y aceptar las que no la tienen en lugar de buscar culpables.
Pero en el mundo de los cuidadores no todo son problemas, al contrario. Muchos experimentan que es una oportunidad para devolver lo mucho que el ser querido hizo por ellos; disfrutan más de las pequeñas cosas; cuando el familiar está bien, ellos se encuentran mejor; profundizan en sus convicciones religiosas; se descubren a sí mismos creciendo como personas, haciendo cosas que jamás hubieran imaginado. Ser cuidador conlleva aprendizajes vitales importantes.
Hace pocos años que una nueva generación de propuestas psicoterapéuticas considera que el sufrimiento es inherente al ser humano y que las personas necesitan aceptar los aspectos no modificables de sus vidas. Instan a recuperar el marco de los valores y metas personales para poder llevar a cabo esta aceptación de lo que no puede ser cambiado y el compromiso para cambiar todo aquello que es un obstáculo en la vida del cuidador. Ser cuidador es siempre un desafío.
Fuente: ABC