Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob: un ejemplo de demencia
Es poco frecuente y de hecho solamente sucede en un caso de cada millón. Si bien puede surgir entre los 20 y 70 años, los síntomas no se notan hasta que el paciente tenga por lo menos 50 años. La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob sucede en la mayoría de los casos a partir de los 65 años y de manera espontánea, sin ninguna causa específica. Algunos pacientes desarrollan esta enfermedad de forma hereditaria, aunque no existen muchos casos genéticos.
Todos los datos sobre la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob
Otros nombres que recibe esta enfermedad son ‘Encefalopatía espongiforme transmisible’, ‘CJD’, ‘vCJD’ y ‘enfermedad de Jacob-Creutzfeldt’. Los síntomas de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob son básicamente cambios en la forma de andar, desorientación, demencia a partir de algunas semanas o meses después de la aparición de la enfermedad, alucinaciones, espasmos y caídas, nerviosismo y somnolencia. Los pacientes también tienen dificultades para hablar, cambian de personalidad y en algunos casos tienen problemas de visión.
Estos síntomas aparecen muchísimo antes que los síntomas de los pacientes de Alzheimer, motivo por el cual estas dos enfermedades no suelen ser confundidas. Los síntomas de demencia tardan más en aparecer.
Los tropezones y las caídas son muy comunes en estos pacientes, debido a que el cerebelo sufre cambios y por este motivo el paciente con la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob tiene problemas de coordinación.
A pesar de que no tiene cura, es posible retrasar el avance de la enfermedad con la ayuda de interleucinas y otros medicamentos. Si el paciente tiene un comportamiento agresivo, pueden ser necesarios algunos medicamentos específicos.
Los familiares deberán asistir al enfermo cuando lo necesite y controlarle en el caso de que se muestre agresivo. Es muy importante reconocer las conductas positivas e ignorar el comportamiento negativo, de tal manera que el enfermo repita las acciones aceptables y elimine de su conducta las inaceptables.