Vivir en pareja reduce la probabilidad de padecer demencia
Prevenir la pérdida de las funciones cognitivas con el paso del tiempo es más fácil cuando en nuestro día a día leemos mucho, participamos en actividades sociales, trabajamos, ejercitamos la mente, hacemos ejercicio y nos relacionamos con los demás. Este último factor puede ser decisivo para reducir la probabilidad de padecer demencia, pues las personas que están casadas o viven en pareja tienen un 50 por ciento menos de probabilidades de desarrollar demencia o Alzheimer.
La probabilidad de padecer demencia es menor para las personas casadas o en pareja
Un estudio desarrollado por científicos suizos y finlandeses, y publicado en la revista British Medical Journal, ha indicado que las personas de mediana edad que viven solas tienen el doble de riesgo de padecer un deterioro cognitivo.
El estudio ha concluido este dato y ha añadido que las personas que se divorcian o enviudan a los cincuenta años tienen tres veces más probabilidades de padecer demencia.
El equipo de científicos, liderado por Krister Hakansson, entrevistó en Finlandia a aproximadamente 2.000 personas mayores de 50 años. Los mismos voluntarios repitieron el cuestionario 20 años después.
Esta información no sólo despierta nuestra curiosidad, sino que también debe servir como factor importante en el tratamiento preventivo de la demencia. Miia Kivipelto, coautora del estudio, señala que una atención especial para las personas mayores que se han divorciado recientemente o han enviudado reducirá la probabilidad de padecer demencia o Alzheimer.
La depresión como consecuencia de haber perdido a una pareja puede llevar a una seudodemencia, tal y como indica Alberto López Rocha, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Residencias (SEMER). Como no es una demencia neurológica, se podrá curar atendiendo a sus causas.
La mayoría de las demencias se desarrollan porque el paciente sufre depresión. Por este motivo, para reducir la probabilidad de padecer demencia es muy importante tratar una depresión que surge como consecuencia de la pérdida de pareja.