Pérdida de memoria a corto plazo
Una investigación del Instituto de Investigaciones Biomédicas Augut Pi i Suyner (IDIBAPS) del Hospital Clínic de Barcelona ha encontrado la relación estrecha entre la actividad cerebral y la pérdida de memoria a corto plazo, y ha reconocido que esta pérdida de memoria sucede aunque las neuronas sigan funcionando. El estudio, publicado en la revista ‘Nature Neuroscience’, indica que las neuronas siguen activadas.
¿Cómo nos afecta la pérdida de memoria a corto plazo?
Como la inteligencia está directamente relacionada con la capacidad para recordar a corto plazo, las personas con un daño en la zona del cerebro encargada de estos procesos podrían sufrir esquizofrenia, depresión o demencia.
La pérdida de memoria a corto plazo dificulta las actividades cotidianas de las personas, pues este tipo de memoria está relacionado con la toma de decisiones o los cálculos matemáticos. Pero el estudio indica que la memoria a corto plazo no desaparece, sino que simplemente se retrasa.
Esta investigación es útil para comprender qué sucede con la memoria de pacientes de esquizofrenia o depresión.
El estudio de Albert Compte, para el cual también han colaborado La Universidad de Minnesota y la Universidad de Wake Forest (Carolina del Norte), concluye que las neuronas siguen trabajando con la información, pero la precisión es cada vez peor. Aunque creamos que esos recuerdos están perdidos, permanecen en el cerebro.
¿Qué es la memoria a corto plazo?
La información captada durante la memoria a corto plazo representa lo que estamos pensando en ese momento. Por lo general, esta información dura entre 20 y 30 segundos y, aunque muchos de estos recuerdos se olvidan, utilizar esta información permitirá que la memoria a corto plazo se convierta en memoria a largo plazo.
El psicólogo George Miller decidió que en nuestra memoria a corto plazo podemos guardar entre cinco y nueve datos.